Hace tiempo que me vengo preguntando por qué es tan difícil -sobre todo cuando voy de viaje- encontrar un área de descanso que esté bien y cuando digo bien me refiero a que tenga sus mesitas, sus papeleras, su fuente con agua fresca y sobre todo con SOMBRA.
No sé a vosotros pero cuando viajo lo que menos me apetece es encerrarme en un local lleno de gente que espera a que le den una mesa. Lo que me apetece es estirar las piernas respirar aire puro, disfrutar del paisaje.
Y curiosamente en un viaje por Asturias encontré el que podría denominarse como el ideal.
Sí, este está en concreto cerca del municipio de Somiedo y como veréis tenía todos los requisitos para hacer una parada, comer algo y descansar.
Tampoco pretendo encontrarme un área de descanso como si fuera sacado de un escenario de los hermanos Grimm como es el caso, ¿pero de verdad que es tan difícil poder encontrar un sitio que pueda reunir el mínimo de las condiciones para poder parar y desconectar un rato de la carretera?