viernes, 14 de diciembre de 2012

La varita mágica I

¿Quién no ha deseado alguna vez tener una varita mágica y que todos nuestros deseos se hagan realidad? Sobre todo en esos momentos en los que te juegas algo crucial o pasas por un momento delicado. Pues supongo que cualquiera.


El caso es que esta mañana en uno de mis paseos vi a un pájaro muerto por el camino y pensé, si tuviera una varita mágica le devolvería la vida..., pero el mundo real me devolvió a mi estado natural y seguí mi camino.



Según seguía andando e intentando dejar aparcados aquellos pensamientos vislumbré una gran flecha en los grises y desgastados baldosines como si me indicaran ir hacia algún lugar. El caso es que, decidida, seguí aquella señal y cuando observaba los castaños desnudos ya de cualquier hoja, vi una vigorosa e intrépida ramita que asomaba desde uno de ellos y que parecía decirme ¿quieres que sea tu varita mágica? Y yo la respondí, ¡oh, claro que sí, sería estupendo! Cómo iba a negarme a tal ofrecimiento.





Pero entonces recordé que cuando la naturaleza te ofrece algo tú debes devolverle otra cosa a cambio. Es más, dicen que si coges algo sin permiso las hadas de la naturaleza se enfadan muchísimo y te seguirán hasta hacerte la vida imposible. Así que acordándome de aquella vieja leyenda, y para evitar cualquier tipo de enfado, dejé unos hilos de mi roja caperuza como ofrecimiento a las hadas, ya que estas al ser terriblemente presumidas los utilizan para confeccionar sus elaborados y cautivadores ropajes.





Continuará...



4 comentarios:

  1. Nunca cuando tenía la belleza más inocente de la juventud se pudieron cumplir nunca mis deseos, sin embargo sigo sin perder la ilusión, hay cosas que te hacen retroceder y andar de nuevo por los pensamientos perdidos de la memoria, y esta es una de ellas.

    La belleza y la luz luminiscente que desprenden las cosas mágicas es lo que le dá ese caracter místico e iniciático que solo muy pocas personas suelen poseer y transmitir.

    Y yo, a pesar de los años, sigo pensando que para que las magas y las anjanas existan, solo hay que pensar en ellas con un corazón limpio.

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    Son hadas buenas de la montaña, son mieles y blanduras en su espíritu, reflejos de bondades, de misericordias, De mansedumbres, de virtudes, muy hermosas y cabales, son la parte buena del alma de la imaginación, de la fe, en estas hechiceras dulcísimas que alivian las penas, las zozobras, las inquietudes, las ansias, el hambre, la sed y el dolor.
    Son un espíritu eternamente sosegado, de mes de Mayo, de noche de estío, de remanso transparente. Sensacines de lo divino. Sementeras y rocios inefables en sus manos pálidas, de sus ojos verdes y serenos que miran amorosamente.
    El corazón de las anjanas es una rosa muy grande, con muchas gotas de miel en las hojas y un rocíu que díz que son las lágrimas de la madre Dana.
    Antes del amanecer han aderezado su cabellera, con peines de coral y lazos de seda, despues se hincan y rezan una jaculatoria por todas las desgracias de los hombres. Andan lentamente por los senderos, se sientan a descansar a la orilla de los arroyos y los pajarillos les cantan canciones que solo ellas logran entender, conversan con las aguas...
    La voz de la anjana diz que es lo mesmo que la voz de los angeles. Unas veces paez un ruiseñor (cuando están contentas y otras paez escarabajeu del pisar de las ojas en otoño
    En el solsticio de primavera, a la media noche, se reunen en las brañas y danzan hasta el amanecer asidas de la mano, esparcen rosas y quien logre encontrar una de estas rosas que tien petalos encarnados, verdes, amarillos y azules, será feliz hasta la hora de su muerte.


    http://www.atc.unican.es/~rafa/mitologia.html


    PROMETEO.



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  2. La vida es la niebla en donde se funden lo real y lo irreal, lo vivido y lo soñado, lo que es, lo que puede ser, y lo que podría haber sido.

    Pero lo verdaderamente importante, son los sentimientos que uno pueda tener, incluso por las cosas y los seres más sencillos e inocentes de la vida.

    La piedad por un pájaro muerto, ¿de frio quizás? la convierten en una historia mágica, y llena de una sensibilidad e imaginación desbordante y llena de vida.

    En cualquier momento y cuando menos te lo esperes, volverás a ver a ese pájaro cantando de alegría, y la varita mágica de tu imaginación se habrá hecho realidad.

    Buen trabajo Caperucita Roja.

    MERCUCIO.

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  3. Está bien eso de devolver algo a la naturaleza. Bonita ofrenda.

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  4. Pues sí, qué haríamos sin la naturaleza. Y sí, yo también quiero una varita mágica!

    xoxo
    B* a la Moda

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